Fidel y Yo
Español
(English after)
En algún lado leí, entre las decenas de despedidas y reflexiones de los últimos días, que Fidel era el último gigante de la historia, el último héroe mítico que quedaba, el líder amado y odiado al extremo, la persona que desde un pequeña isla influyó como ninguno en el devenir de los países del sur, de los explotados y oprimidos, Fidel quien era historia viva, uno de las figuras más relevantes e importantes del siglo XX y podría seguir con todos los lugares comunes, pero como todo en este blog, lo que quiero contar es también sobre mí, algunas memorias e ideas desordenadas.
Recuerdo la madrugada del 4 de febrero de 1992, siendo todavía un niño me despierta un raro ruido que hacía la radio de mi padre, el, insomne eterno, pasaba las noches escuchando emisoras internacionales, y por ahí se había enterado antes que nadie que un grupo de militares se habían rebelado contra el gobierno y estaban tratando tomar el Palacio de Miraflores, sede del gobierno nacional en Venezuela, un corresponsal Colombiano en Caracas transmitía en vivo los acontecimientos, la transmisión se cortaba seguido y hacía un fuerte ruido que todavía recuerdo le daba más dramatismo a la situación.
Entraba Hugo Chávez en la historia de mi país, un Teniente Coronel, Yo no tenía idea de rangos militares, solo conocía el rango de Capitán, por ser el más popular entre los cómics y películas, y los medios seguían repitiendo Teniente Coronel, y Yo en mi ingenuidad y en una asociación que luego no parecería tan extraña le pregunto a mis padres, cuál es el rango de Fidel Castro, y mi padre con emoción me dice: ¡Comandante!.
Yo crecí en una casa rodeado de muchos libros, muchas ideas, entre conversaciones diarias sobre política, mis padres militantes de izquierda, ambos habían vivido los peligros y el aislamiento por ser fieles a sus ideas y principios, y una figura constante en todo el imaginario de mi niñez fue Fidel, también el Che, entre otros, pero a mi siempre me llamó más la atención Fidel, sin saber mucho de él o de Cuba, solo sabía que era grande.
También desde niño escuchaba la otra versión, en la escuela de la nada alguien contaba como en Cuba mataban a la gente y la torturaban, y me molestaba, hasta me indignaba, para mi eso no podía ser cierto, no podía ser si Fidel tenía el apoyo de mis padres, las personas mas buenas del mundo; esos cuentos era la constante, y han sido las constante siempre, el terror del que hablaban tanto, en contraste con las maravillas que escuchaba de mis padres, de sus viajes a Cuba, de sus amigos, y de los libros que narraban lo que allá pasaba, en lo que para mi era una remota isla, casi de fantasía.
Mientras iba creciendo e iba adquiriendo conciencia y un sentido crítico hacia todo, empecé una búsqueda por la verdad, y lo que no era, pero lo que aprendí fue lo complejo que era la política, la historia, y poco a poco fui entendiendo lo relativas que son, depende de la manera de ver al mundo, de la ideología, termine mucho más confundido.
Era difícil para mí, un adolescente que cuestionaba todo, pasaba las vacaciones en Miami y Disney, aspiraba a lo mismo que mis demás compañeros de clase media, Yo quería formar parte de este mundo, que a la vez me parecía totalmente injusto e indiferente a sus horrores, era una contradicción.
Y llegó la revolución al poder en Venezuela, justo en el máximo apogeo del neoliberalismo. Se me muestra ante mi un país que no sabia que existía, que tenia al frente y no veía, que a veces me desagradaba, a veces no entendía, la pobreza, las injusticias, miró por primera vez fuera de mi burbuja de confort, que era una fantasía, las contradicciones se vuelven más fuertes, y entre todos empezamos un largo y duro camino para construir una nueva era.
En este camino, para poder entender lo que estaba pasando tenía que cambiar mi forma de entender el mundo, cambiar tantos conceptos tontos que tenía, lleno de prejuicios e ignorancia, hasta que me vi reflejado en donde nunca hubiera imaginado, entendí a qué lado pertenecía, luego todo empezó a tener más sentido, si es que algo tiene sentido en el caos que es una revolución, en un país desordenado como Venezuela.
Fidel se convirtió en una figura habitual en Venezuela, hasta pasó por Guanare, mi pueblo natal, me cuentan mis padres muy emocionados, recorriendo la ciudad, los barrios, y al verlo al lado del Comandante Chávez era entender que un camino continuaba, cada uno de sus discursos eran de una potencia que emocionaba, ahora eran más calmados y reflexivos, muy diferentes a los que conocía de otras tiempos, pero igual de incendiarios, algo que me llamó mucho la atención fue su constante preocupación por el cambio climático, un tema totalmente marginal en la época, y el ya venía advirtiendo desde hacía más de una década, antes que cualquiera, un visionario, entendedor como ninguno de los peligros del capitalismo.
Acá en Venezuela los impactos más grandes y directos del nuevo gobierno revolucionario se empezamos a sentir cuando se fundaron las misiones socialistas, todas asistidas directamente por Cuba, se crearon módulos médicos de atención primaria por todo el país, en sitios donde nunca nadie había sido atendidos por un médico, y ahora los tenían 24 horas al día en su misma localidad, a solo pasos de su casa y totalmente gratis, la misión médica creció y se incluyeron módulos de atención de alta tecnología, solo accesible hasta ese momento a muy altos costos y algunos antes ni siquiera disponibles en el país, empezó a competir con él aún deficiente sistema de salud formal existente.
Con la ayuda de Cuba, Venezuela fue declarado país libre de analfabetismo por la UNESCO, un millón y medio de Venezolanos que no tenían ninguna opción de estudios pudieron aprender a leer y escribir e ingresar a los demás niveles de educación y muchos luego llegaron a formarse como profesionales.
Cuba la mayor potencia deportiva de la región ayudo a Venezuela a formar una nueva generación de atletas de alta competencia que le han dado a nuestro país el mayor número de logros deportivos como nunca en su historia.
A pesar de las críticas y el terror de mucha gente, Cuba y Fidel han ayudado a Venezuela a tener un desarrollo social que ha mejorado significativamente la vida de todos, y no solo de nuestro país sino de otras decenas de pueblos pobres del mundo, de América Latina, África, Asia, Medio Oriente, todo de forma gratuita y sin esperar nada a cambio, una verdadera solidaridad, inexistente de otros países mucho más ricos que solo exportan guerra y miseria.
El ejemplo de Fidel, su dignidad, su compromiso revolucionario, su humanismo, me ayudaron a no sentirme tan a contracorriente en el difícil mundo donde me desenvuelvo, aprendí a confiar más en el proceso que tratamos de llevar en Venezuela, experimento que esperamos logre por lo menos tanto como lo que se ha logrado en Cuba.
En unas vacaciones familiares en Margarita, la mayor isla en el caribe venezolano, acababa de salir el libro 100 horas con Fidel, una larga entrevista con Ignacio Ramonet, y mientras estaba todo el día en la playa, pasaba toda la noche leyendo a Fidel, hablando de su vida, hablando de Martí, de Bolívar, de Sucre, enseñándonos la historia de Cuba y la de Latinoamérica.
Por fin tenía respuestas a muchas de las acusaciones que tanto había escuchado en contra de la revolución en Cuba, de la mano directa de su líder, aclarando mentiras, admitiendo errores con sinceridad, no justificándose si no rectificando, y defendiendo con hechos los grande logros alcanzados en las peores condiciones de acosa y bloqueo de la mayor potencia que ha existido en la historia, cómo no admirar a este gran hombre.
En el 2006 cuando se anunció que Fidel era operado de urgencia y cedía el poder a su hermano Raúl, vivimos una gran angustia, hacía apenas unos días lo habíamos visto junto a Chávez visitando la casa del El Che en Córdoba, y todos nos preparábamos para la celebración de sus 80 años, ahora pasábamos por una gran incertidumbre, Yo estaba recién llegado de vivir una temporada en EE.UU. y era la primera vez que vivía en Caracas, estaba trabajando en una gran agencia de publicidad, donde me tocó ver las celebraciones anticipadas de su muerte, tanta miseria humana, no pude volver a ese sitio más nunca.
Fidel ahora pasaba a tener otra función en la Revolución Cubana, dejaba de ser el líder del día a día y se convertía en el líder intelectual que creo siempre quiso ser, según el mismo, ahora tenía tiempo de leer como no lo hacía desde hacía 50 años cuando estuvo en prisión luego del asalto al Cuartel Moncada, empezó a escribir una columna regular en la prensa, cada escrito era una clase magistral, con un conocimiento de la actualidad como pocos, extrañaba verlo en su traje de campaña verde oliva, pero poco a poco nos fuimos acostumbrando al nuevo Fidel.
Y los años fueron pasando, Cuba poco a poco se iba integrando al mundo y Fidel iba guiando con sus escritos, sus críticas y advertencias la transición, lo veíamos poco, solo cuando recibía visitas de importantes líderes, era como un sabio en la montaña al que todos iban a charlar con el, personalidades mundiales, intelectuales, artistas, el Papa, etc.
También lo vimos muy activo y preocupado durante la enfermedad de Chávez, su convalecencia y su tratamiento en La Habana, y con mucho dolor leí sus escritos luego de la partida de su gran amigo.
Hace unos meses lo vi en su última aparición en público, en la clausura del Séptimo Congreso del Partido Comunista, me asombro lo envejecido que estaba, pero su discurso fue con la lucidez de siempre, era su despedida, lo entendí así.
Aunque era predecible, no estaba preparado para la muerte de Fidel, en la madrugada del pasado sábado me enteré, y desde ese momento he venido recordando tantos momentos, acá solo escribo de algunos, Fidel ha sido una presencia constante en mi vida, mientras más lo iba conociendo más iba aclarando mis ideas políticas, lo extrañare, pero al igual que Chávez seguirá siendo una parte de mi por siempre.
En pocos años he visto estas mismas imágenes demasiadas veces, viví las largas filas para despedir a Néstor en Buenos Aires, luego las volví a ver otra vez recién llegado a Caracas, cuando despedimos a Chávez, y ahora las veo a través de mi pantalla en La Habana, es un gran dolor, la era de los grandes líderes ha terminado, nuestros padres políticos ya no están, ahora nos queda a nosotros completar su obra, seguir construyendo un mundo mejor, más justo, seguir su ejemplo, aprender de sus errores, cada quien desde su espacio en la sociedad.
No digo que mis contradicciones se hayan acabado, que no me queden prejuicios, que me falta mucho por aprender, trato de que cada día sea un paso más, una lección más, la situación que estamos viviendo en Venezuela nos fuerza a avanzar más rápido, a formarnos mejor, a entender que estamos viviendo una guerra no declarada, sufrimos nuevas técnicas de ataque y de bloqueo, a veces tan mortíferas como una bomba, y ahora es cuando el ejemplo de Cuba, de Fidel, de su resistencia son más importantes.
¡Hasta La Victoria Siempre Comandante! ¡VENCEREMOS!
English
Somewhere I read, among dozens of farewells and thoughts of the last days, that Fidel was the last giant in history, the last mythical hero left, the leader loved and hated to the extreme, the person who from a small island influenced like no one else in the becoming of the countries of the South, of the exploited and oppressed, Fidel, who was a living history, one of the most relevant and important figures of the 20th century, and could continue with all the common places, but like everything else in this blog, what I want to tell is also about myself, some memories and disordered ideas.
I remember the dawn of February 4, 1992, being still a child I was wake up by an strange noise made by the radio of my father, he, insomniac, spent the nights listening to international stations, and there had been informed before that nobody that a group of soldiers had rebelled against the government and were trying to take the Palace of Miraflores, headquarters of the national government in Venezuela, a Colombian correspondent in Caracas transmitted the live events, the transmission were interrupted continuously and made a loud noise that I still remember gave more drama to the situation.
Hugo Chávez entered to the history of my country, a Lieutenant Colonel, I had no idea of military ranks, I only knew the rank of Captain, for being the most popular among comics and movies, and the media kept repeating Lieutenant Colonel, and I in my ingenuity and in an association that later would not seem so strange, asked my parents, what is the rank of Fidel Castro?, and my father with emotion says: Comandante! (Commander).
I grew up in a house surrounded by a lot of books, a lot of ideas, between daily conversations about politics, my leftist militants parents, both lived the dangers and isolation for being faithful their ideas and principles, a constant figure in the whole imaginary of my childhood was Fidel, also Che Guevara, among others, but I was always more attracted by Fidel, without knowing much about him or about Cuba, I just knew he was great.
Also since I was a child I listened to the other version, in the school of nowhere someone told me how in Cuba they killed people and tortured, and I was annoyed, even indignant, for me that could not be true, it could not be if Fidel had the support from my parents, the best people in the world; These tales were the constant, and have been the constant always, the terror of which they spoke so much, in contrast to the wonders I heard from my parents, their trips to Cuba, their friends, and the books that told what happens there, in what for me was a remote island, almost of fantasy.
As I grew older and became more aware and critical towards everything, I began a search for the truth, and what it was not, but what I learned was how complex was politics, history, and little by little I was understanding how relative are, depends on the way one see the world, the ideology, I end up much more confused.
It was difficult for me, a teenager who questioned everything, but I spent the holidays in Miami and Disney, I aspired to the same as my other middle class mates, I wanted to be part of this world, which at the same time seemed totally unfair and indifferent to Its horrors, was a contradiction.
And the revolution came to power in Venezuela, right at the height of neoliberalism. It was shown before me a country that I did not know existed, I had it at front and did not see it, sometimes disliked me, sometimes I did not understand it, poverty, injustices,I looked for the first time out of my bubble of comfort, that was a fantasy too, the contradictions become stronger, and we all began a long and hard road to build a new era.
In this road, in order to understand what was happening I had to change my way of understanding the world, change so many silly concepts that I had, full of prejudices and ignorance, until I see myself reflected where I never imagined, I understood which side I belonged , then everything started to make more sense, if anything makes sense in the chaos what is a revolution, in a chaotic country like Venezuela.
Fidel became a habitual figure in Venezuela, even he when through Guanare, my hometown, my parents tell me very excited, touring the city, neighborhoods, and seeing him next to Comandante Chavez was to understand that a road continued, each of his speeches were of a power that excited, were now more calm and reflective, very different from those I knew from other times, but just as incendiary, something that caught my attention was his constant concern about the climate change, a theme totally marginal at the time, and he had been warning for more than a decade, before anyone, a visionary, understander like none of the dangers of capitalism.
Here in Venezuela the greatest and direct impacts of the new revolutionary government began to be felt when the socialist missions were established, all directly assisted by Cuba, primary care medical modules were created throughout the country, in places where no one had ever been served by a doctor, and now they had them 24 hours a day in the same locality, just steps from their homes, and totally free, later the medical mission grew to include models of high technology care, only accessible until that time at very high costs, and some not even available in the country before, the missions began to compete with the still deficient formal health care system.
With the help of Cuba, Venezuela was declared an illiteracy-free country by UNESCO, a million and a half Venezuelans who had no opportunities of studies were able to learn to read and write and enter other levels of education, and many later came to form as professionals in universities.
Cuba, a great sporting power helped Venezuela to form a new generation of high-profile athletes who have given our country the greatest number of sporting achievements ever in our history.
Despite the criticism and fear of many people, Cuba and Fidel have helped Venezuela to have a social development that has significantly improved the lives of all, not only in our country but also in dozens of other poor people in the world, Latin America, Africa, Asia, the Middle East, all for free and without expecting anything in return, a true solidarity, nonexistent by other richer countries that only export war and misery.
Fidel’s example, his dignity, his revolutionary commitment, his humanism, helped me not to feel so against the current in the difficult world where I work, I learned to trust more in the process that we are trying to carry in Venezuela, an experiment that we hope to achieve at least as much as what has been achieved in Cuba.
On a family vacation in Margarita, the largest island in the Venezuelan Caribbean, the book My Life: A Spoken Autobiography had just come out, a long interview of Fidel with Ignacio Ramonet, and while I was all day on the beach, I spent the whole night reading the book, Fidel talking about his life, talking about Martí, Bolivar, Sucre, teaching us the history of Cuba and Latin America.
Finally I had answers to many of the accusations I had heard so much against the revolution in Cuba, by the direct hand of its leader, clarifying lies, admitting mistakes, with sincerity, without justification, just rectifying, and defending with facts the great achievements achieved in the worst conditions of harassment and blockage by the most powerful nation that has existed in history, how not to admire this great man.
Fidel now had another role in the Cuban Revolution, stopped being the leader of the day to day and became the intellectual leader, what I believe he always wanted to be, according to him, now had time to read as he had not done since 50 Years ago, when he was in prison after the assault on the Moncada Barracks, he began to write a regular column in the press, each writing was a master class, with a knowledge of the present as few, I missed seeing him in his olive green campaign uniform, but little soon we were getting used to the new Fidel.
And the years passed, Cuba gradually became part of the world and Fidel was guiding the transition with his writings, his criticisms and warnings, we saw him little, only when he received visits from important leaders, he was like a wiseman in the mountains at where everyone was going to see him, world personalities, intellectuals, artists, the Pope, etc.
We also saw him very active and concerned during Chavez’s illness, his convalescence and his treatment in Havana, and with much pain I read his writings after the departure of his great friend.
A few months ago I saw him in his last appearance in public, at the close of the Seventh Congress of the Communist Party, I was amazed how old he was, but his speech was with the lucidity of always, it was his farewell, I understood it that way.
Although it was predictable, I was not prepared for Fidel’s death, at dawn last saturday I heard about it, and from that moment I have been remembering so many things, here I only write some, Fidel has been a constant presence in my life, the more I knew him more was clarifying my political ideas, I will miss him, like Chavez will remain a part of me forever.
In a few years I have seen these same images too many times, I lived the long rows to say goodbye to Néstor Kirchner in Buenos Aires, then I saw them one more time just when I move to Caracas again, when we farewell Chavez, and now I see them through my screen in Havana, is a great pain, the era of great leaders is over, our political parents are gone, now we have to complete their work, continue to build a better, more fair world, follow their example, learn from their mistakes, each one of us from his space in society.
I do not say that my contradictions are over, that I do not remain prejudiced, that I do not have so much to learn, I try to make one more step every day, learn a one more lesson every day, the situation we are living in Venezuela forces us to move forward quickly, to form ourselves better, to understand that we are living an undeclared war, that we suffer new techniques of attack and blockade, sometimes as deadly as a bomb from a plane, and now is when the example of Cuba, Fidel, their resistance, are more important.
To The Victory Always Comandante! WE SHALL OVERCOME!